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martes, 23 de agosto de 2011

MEDICAMENTOS HOMEOPÁTICOS


¿ QUE SÓN Y COMO ACTÚAN ?

Naturaleza y origen:
Los medicamentos homeopáticos tienen su origen en sustancias puras simples provenientes de los tres reinos, mineral, vegetal y animal. Estas sustancias base son luego sometidas a un doble proceso, de dilución y de dinamización o potentización que convertirá y activará estas sustancias base en medicamentos homeopáticos.

Por eso se llaman dosis infinitesimales, por que la dilución es muy alta y aún así y más aún siguen produciendo efecto, que a mayor dilución mas profunda será su acción curativa en el enfermo.
La forma de presentación puede ser en glóbulos o gotas mayormente y en general vienen envasados en frascos color caramelo.

El nombre del medicamento siempre será el nombre genérico de la especie, por lo que es un nombre universal igual en todas partes del mundo, seguido al lado por un número que es el grado de dilución o potencia del medicamento y a la derecha una letra que será X para decimal, C para centesimal y LM para cincuentamilecimal, que será la escala utilizada para diluir las sustancias, que luego al dinamizarlas o potentizarlas mediante fuertes sucuciones (golpes al frasco o contenedor), se convertirán en respectivos medicamentos homeopáticos.

Modo de acción:

Principio de acción y reacción:

Decíamos anteriormente que existen dos formas de curar, una a través de los opuestos en la que el medicamento produce el efecto contrario al síntoma (ej. Antiinflamatorio) que es el método de la medicina tradicional y otra que es a través de los similares, en la el medicamento va a favor de síntoma (homeopatía). Claro que al hacer esto el medicamento esta en realidad estimulando la vitalidad celular general de todo el enfermo y no solo limitándose a sofocar el síntoma en particular.

También decíamos que la vitalidad celular se va deteriorando conforme la enfermedad se va prolongando en el tiempo, y la célula trata de acomodarse a un nuevo equilibrio en la que pueda mantenerse más o menos estable, pero sin poder volver al estado anterior de perfecta salud.

Los medicamentos homeopáticos actúan sobre esa fuerza vital celular enferma y debilitada haciéndola reaccionar por si misma a través de un estímulo concreto. Esta reacción parece despertar a esta fuerza vital dormida impulsándola nuevamente a niveles de energía mayores, que eran los anteriores a la actual enfermedad o muy próximos a esto dependiendo del grado de deterioro orgánico del paciente.

Grandes dosis de medicamentos suprimen la reacción vital (ley de los opuestos) y pequeñas dosis estimulan.(ley de los semejantes)

Esta reacción vital es suficiente para despertar y desencadenar una reacción automática de autocuración que afectará a todo el organismo ordenándolo en todas sus áreas enfermas y en todos sus niveles. Por otra la dilución infinitesimal del medicamento nos aseguran la ausencia de todos los efectos adversos, secundarios o indeseables derivados dela toxicidad de la sustancia (en estado no diluido).

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